Hablar de grandes intérpretes femeninas de nuestra música con Mariachi, resulta más
fácil que hablar de voces masculinas de importancia , cuya industria parece haberse estancado en Javier
Solís a fines de los sesentas, en donde se quiso forzar como heredero a Vicente
Fernández, al monopolizar la promoción musical de cantantes hombres en el
charro de Huentitán. Ante una lista extensa de voces femeninas de ayer y hoy,
que han dado tradición y vida al Mariachi , a la idiosincrasia mexicana y al
talento de los compositores mexicanos, surge del grupo “Estampas de México”, una joven que desde el inicio de su carrera
fue elegida para difundir su talento por diferentes partes del mundo. La
hermosa cantante de Jalisco, Miriam Solís, nació con el don inevitable de
conquistar hasta a los oídos más exigentes y de convertir su voz en una llave,
capaz de abrir hasta aquellas puertas que insolentemente se habían cerrado para
la música mexicana, en donde quien la escucha, simplemente acaba reconociendo
que su presencia, su esencia y su arte, son una maravilla, bajo la sentencia de
desgracia para aquellos que no han tenido la fortuna de escucharla, pero que
cada vez son menos, ante el olfato del público conocedor que ha descubierto en
Miriam Solís a una estrella con méritos propios, suyos y sólo suyos. Así como
el apellido Solís es inolvidable por el arte de aquel cantante de Tacubaya, cuyo nombre real respondía a Gabriel Siria Levario, ahora nuevamente retoma
relevancia ese apoderamiento ante la presencia de Miriam. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
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